lunes, 14 de abril de 2008

El rock

Algunos apuntes sobre el viernes 11 de abril.
La noche de golpe se volvió fría y duró hasta hoy (el frío, no la noche). Ideal clima y atmósfera para disfrutar de conciertos de rock en lugares adecuados para conciertos de rock (lugares chicos) como el Centro Cultural General San Martín y Niceto Club.

Existen serias razones para afirmar que gran parte de la buena música que se hace en este país tiene que ver de alguna manera con la ciudad de La Plata. Lo voy a explicar en breve. Pero lo que quiero decir a modo de prólogo es que a muchos de estos grupos los conozco porque los he visto y hasta he compartido cervezas y tragos con muchos de ellos en alguna fiesta de amigos en común. Esa dimensión de cercanía no la siento con ninguna banda de las "que llegan" de Capital. Sólo con las platenses. Y así empieza esta reseña crónica que llevará al comentario sobre los conciertos del pasado viernes.

Breve reseña histórica de las bandas de La Plata:

  • Primero la cofradía de la flor Solar. Luego Los Redondos. (70/80/90/eternidad)
  • Virus (80/eternidad)
  • Peligrosos Gorriones (90s)
  • Guasones y Estelares (2000 para adelante hasta ahora)
  • El siempre presente INDIE (ahora y para adelante)
De más está aclarar la gran influencia que Los Redondos y Virus han desplegado en muchas bandas que llegan hasta hoy y muchos dirán que en Capital hay muchísimas más bandas y mucho más importantes. Yo estoy de acuerdo. Pero también hay una increíble cantidad mayor de gente viviendo. La Plata es una ciudad más bien pequeña. Familiar. A todos lados podés ir caminando y tenés amigos en todas las puntas de la ciudad inevitablemente. Es una ciudad que invita. Y ahora y antes invitó a escuchar nuevas cosas. Lo nuevo no se hace en Capital. Se hace en provincia. Y en La Plata se hace mucho, lo puedo asegurar.

Dentro de un tiempo se hablará mucho de La Plata. Porque el rock se está haciendo allá a la manera en que se hace el rock: con algo de rebeldía. Con algo de sin razón. Sin contratos millonarios. Por hacerlo no más. Para hinchar.
Pero de a poco el ruido se convierte en música y la música queda sonando como un eco cuando es buena. Y mucha de la mejor música que se está haciendo en este momento viene de La Plata.

El pasado viernes se inauguró el Ciclo Nuevo (Gracias al gobierno de la ciudad de Buenos Aires que sigue haciendo el Ciclo Nuevo) e invitaron a tocar a la banda de un amigo: Atico.
Por un momento me sentí en un sótano de New York presenciando el nacimiento de la new wave. Todo en esa atmósfera parecía copiado de los reductos adonde se presentaba The Police en los 80s en Estados Unidos. Todo, claro está, menos el sonido: muy moderno y afinado. Mucho que ver con el punk y el noise buscando transitar la senda de Radiohead pero buscando la desprolijidad a propósito. Una de las bandas del 2008: tal vez se cansen de escuchar su nombre: Atico. Los Inrockuptibles los están escuchando todo el tiempo.

Después me fui corriendo para Niceto en donde se presentaban los El mato a un policía motorizado (chupate esa mandarina, el nombre de banda menos radiofónico del momento) que son sin dudas los abanderados de la movida indie platense de la que también forma parte Atico (de hecho los guitarristas de El mato estaban viendo a Atico en el San Martin) y otras bandas que suenan muy bien y solistas de ato vuelo como Javi Punga, entre otros.
La banda remite directamente a Sonic Youth y yo le agradezco a Dios o a la divinidad que sea que haya puesto en la Argentina a una banda cuyo sonido remita directamente a Sonic Youth porque quiere decir que si en Argentina los pibes (o al menos algunos pibes) se ponen a sonar más como Sonic Youth y menos como Intoxicados (que ya no cae simpático) entonces quiere decir que vamos bien.
Abrieron el show con "Chica Rutera" y "Amigo Piedra" (habla de faso) y la dejaron así de chiquitita. Si el show hubiera terminado ahí nada hubiéramos reprochado, pero claro, el show continuó y hasta incluyeron esa hermosa canción protestona llamada "Guitarra Comunista". Yo les agradezco a los El Mato que siendo tan jóvenes toquen tan bien y echen por tierra de una buena vez que cuando uno es jóven lo único que puede hacer es esa berretada a la que este bendito país nos tiene acostumbrado que se llama "rock barrial". Yo prefiero las bandas que miran hacia Manchester, hacia Nueva York o hacia Londres que las que miran hacia Lugano. Lo lamento pero es así: es mi humilde opinión. Hasta les diría que El Mato y Atico son mucho más coherentes con la historia del Rock Nacional que otros: la historia del rock nacional tiene que ver con la calidad y el buen gusto.
Y estas bandas de las que les hablo saben y saben mucho. Gracias por existir. El rock está a salvo.

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