10 razones para ir a ver la última película de Michael Moore:
1. Nadie más que Moore (al momento) hace documentales que además de enseñar, de dar cuenta de una situación difícil y de concientizar, divierten. Por momentos el humor es negro, por momentos se vuelve más llano y por momentos es muy sutil. Ideal para cualquiera.
2. Moore suele ubicarse en el lugar más incómodo para relatar sus historias. Su imagen es la del perdedor fastidiado, harto de perder. Por eso encuentro en el un par y su visión acerca de EEUU es muy parecida a la visión que se tiene de EEUU en cualquier país.
3. Podemos hablar de una mejora cinematográfica y de contenido con respecto a sus anteriores films. Las narraciones y los climas de esta película son diferentes a los utilizados en "Bowling..." y en "Fahrenheit 9/11". Al no hablar de un "enemigo" en particular, el relato se nutre y resulta más fresco.
4. Se puede acusar a Moore de demagogo. El problema que encontramos antes de acusarlo es que nunca hace lo que el común denominador haría. Moore toma los caminos difíciles y nunca cuenta la historia como uno cree que debería contarla. Siempre se escapa por una tangente narrativa especial, entre lo sutil y lo chabacano.
5. Era hora que un norteamericano le muestre al mundo que muchas de las mejores cosas que suceden en el mundo, suceden fuera de los EE.UU. La cuna del supuesto "american dream" se ha vuelto la caja en la que se guardan las "american defeats".
6. La película en general está muy bien, pero tiene algunos momentos inolvidables. Se trata de un claro in-crescendo que, sobre el final, en vez de terminar con un gran acontecimiento fílmico, termina con 3 o 4 situaciones humanas filmadas que le dan una atmósfera muy épica y muy "esto es lo que el hombre puede hacer si se lo propone".
7. Los hechos denunciados no admiten apelaciones. Moore es claro y prueba todo lo que dice con una altura que, queda muy demostrado, el no pretende alcanzar. Pero es que la verdad y facilidad de los argumentos que encuentra en el camino y que podría encontrar cualquier ser humano (Moore utiliza declaraciones de políticos en TV como método para demostrar la falta de convicciones) deja a las claras que si alguno quiere ver, podrá ver. Ultimamente las autoridades ni siquiera tienen la delicadeza de cubrir sus huellas apartandose de lo turbio.
8. Todos deseamos de alguna manera que EEUU se convierta en un lugar al que no parezca salirle todo tan redondo. Estas películas ayudan a construir una nueva imagen exterior de EEUU y les servirán a los países del Tercer Mundo para entender que no es un modelo a copiar el modelo impuesto desde hace más de 100 años.
9. Moore incluye gratuitamente una reivindicación acerca de lo que los estadounidenses "deberían" opinar de Cuba y de la relación exterior que su país tiene con la isla "más peligrosa del mundo".
10. El de Moore es el primer homenaje sincero a los rescatistas que dejaron la vida en el área de desastre del 11 de septiembre, luego del atentado. Es un homenaje sentido, identificando a los verdaderos héroes y poniéndolos en el lugar que merecen. Un lugar que el ciudadano común no tiene ni debería tener. Un lugar mejor que cualquier estrella de TV.
La incógnita: Con respecto a Moore siempre surgirá la duda...¿quién banca sus películas? ¿Por qué nunca vemos a quienes critican verdaderamente su obra? ¿Es verdaderamente como Lanata, que vende una imagen de progre y actúa diametralmente opuesto? ¿Se trata sólo de un mecenas caprichoso?
Yo le creo. Me gusta más creerle que cuestionarlo. Yo haría lo mismo de Argentina si pudiera. Después de todo...¿alguien cree todavía que somos los mejores en todo?
lunes, 24 de septiembre de 2007
Sicko. Michael Moore lo hace de nuevo.
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