Los desafíos que el paso del tiempo va presentando son cada vez más exigentes y estar adaptado a las exigencias del mercado laboral es cada vez más difícil para cualquier trabajador de cualquier área: la necesidad de un perfeccionamiento constante es latente como también lo es la búsqueda incansable que realizan las empresas por dotarse de empleados cada vez más eficientes e identificados con las mismas.
¿Por qué entonces preferir un perfil más maduro que un joven profesional? Por la experiencia, claro está. Pero también por la inserción más antigua en el mercado laboral, detalle que genera un perfil mucho más acabado a la hora de asumir responsabilidades, de liderar grupos, de tomar decisiones, de trabajar bajo presión y contra reloj. En definitiva, por capacidades ni mejores ni peores que los más jóvenes, simplemente diferentes.
Con respecto a mis capacidades como Comunicador Social, mi experiencia se remite casi únicamente al trabajo en nuevos medios digitales desde hace mucho tiempo, pero mucho más profesionalmente en el presente.
Trabajar en una estructura de comunicación publicitaria por Internet ayuda a limar los defectos y vicios del trabajo en comunicación más corrientes, puesto que presenta diferentes exigencias, muchas voces de consulta y ayuda, diversos accesos a la información y por sobre todas las cosas, la posibilidad de hacer un buen trabajo sin el obstáculo de presentar el mismo personalmente, si fuera necesario.
Desde hace aproximadamente 5 años, las empresas relacionadas con la comunicación están buscando lentamente y con desinformación dotarse de comunicadores con conocimiento en nuevas tecnologías, sobre todo en WEB 2.0. Esto generará que gran parte de la potencia de trabajadores deba ser “entrenado” para cumplir con las exigencias antes explicadas.
Pero también se supone que abrirá la puerta a aquellos que, como yo, venimos trabajando bajo esos conceptos desde hace tanto tiempo. Mientras todo poco a poco se va inclinando hacia la WEB 2.0, algunas de nosotros y nuestros colegas, ya vemos los albores de nuevas tecnologías como WEB 3.0, nuevas formas de comunicarse vía Internet y celular, nuevas vías para llegar a los receptores de mensajes y, por sobre todas las cosas, formas modernas y más frescas de vender a conciencia la mayor cantidad de productos posibles como parte de una campaña de advertising correcta, creativa, original y única.
Quedará para las empresas lo más difícil: animarse a cambiar y a tomar decisiones, más allá de tener que cumplir con un número de empleados mínimo para la nómina.
jueves, 29 de noviembre de 2007
Visión Profesional
Publicado por
Marcos Quiroga
en
3:47
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